domingo, 28 de abril de 2013

Viajes para escapar del calor de Delhi

Y ya podemos decir que ha empezado el verano, esta semana el calor ya se ha notado y hoy teníamos 37ºC. Así que, para evitarlo, muchas familias (las que pueden permitírselo, claro) se marchan al norte de India, a las zonas de Jammu, Manali o Darjeeling, donde las temperaturas son bastante más agradables.

En nuestro caso, nos fuimos a hacer un poco de trekking a Dharamsala, en Himachal Pradesh, la cuna del Himalaya. Esta zona, en concreto la parte alta o Mac Leod Ganj, es donde fue recibido el Dalai Lama tras su exilio del Tibet, cuando en 1960 Jawaharlal Nehru, Primer Ministro de India, le autorizó a establecer un gobierno tibetano junto con sus seguidores, así que todas las rutas de montaña y los pueblos están llenos de las famosas banderitas tibetanas y sobretodo, de mensajes a favor de la libertad y reconocimiento del Tibet. 





Nuestra ruta comenzó a las 7.30 de la mañana (importante, hay que tener mucho valor para comenzar a andar después haber pasado 12 horas en un autobús de noche por las carreteras indias...) y tuvimos unas 4 horas de subida, intensas pero mereció la pena. Las vistas a 2875 metros, con las primeros picos del Himalaya tan cercanos y las montañas nevadas son espectaculares. Nuestra idea era hacer noche allí arriba, porque se pueden alquilar tiendas de montaña y hay puestecillos de chai (el avituallamiento básico en estas tierras), pero cambiamos de opinión y menos mal, ya que esa noche hubo una tormenta de lluvia y nieve que nos hubiera alegrado bastante la estancia...



Además de trekking también queríamos turistear un poco ya que Dharamsala da bastante de sí y aprovechamos para visitar el templo del Dalai Lama, el Dal Lake con unas vistas impresionantes, una cascada preciosa, en la que los monjes lavaban sus túnicas o una curiosa iglesia anglicana, Saint John in the Wilderness, con su cementerio (algo NADA común en India). Y por supuesto, que no se me olvide, si las vistas nos dejaron sin palabras, lo que fue espectacular fue el masaje tibetano que nos llevamos Iñigo y yo, una hora bañados en aceites ayurvédicos que nos dejaron un poco atontados (a mí demasiado...) pero como nuevos.


Aquí van algunas fotillos de la zona, tengo que reconocer que no las hice yo....me ayudó Ruben, y la verdad es que no se le da nada mal!










No hay comentarios:

Publicar un comentario